martes, 14 de febrero de 2017

El origen de san Valentín (no, no lo inventó El Corte Inglés)

Mucho, demasiado diría yo, se habla cada año de san Valentín cuando se acerca el 14 de febrero: sus partidarios defienden que está muy bien tener un día para celebrar el amor. Al fin y al cabo también tenemos un día para celebrar la muerte, ¿o no? Sin embargo, sus detractores critican la fiesta consumista en la que se ha convertido. Siempre con la misma teoría: san Valentín es la creación de unos grandes almacenes.

No podían estar más equivocados. Por un lado está que no tenemos muy claro cual es el origen real de la festividad de san Valentín y sí, probablemente fuera establecida como el "día de los enamorados" como parte de una estrategia comercial, pero eso no quita que tenga un trasfondo histórico real. A continuación veremos los grandes mitos que rodean a este día y que podrían darle un origen coherente. 

1. Valentín, el cura que se rebeló contra un emperador romano

Uno de los mitos apunta que Valentín habría sido todo un superhéroe del amor. En el año 280 después de Cristo, el emperador romano Claudio II había decidido prohibir casarse a los jóvenes con el fin de que esto no les distrajera de su labor como soldados. Valentín, un sacerdote de los primeros tiempos del cristianismo, desobedeció ese mandato y se dedicó a realizar bodas secretas entre los soldados y sus amadas. Evidentemente, este gesto no le sentó nada bien al emperados que ni corto ni perezoso condenó a muerte al cura. Y sí, lo eliminó un 14 de febrero.


2. Valentín, un trabajador social pionero

Otra de las leyendas que más se escucha es la que relata que Valentín solía prestar servicios a los presos, como si fuera un trabajador social. Su labor le habría llevado a la cárcel y, durante su tiempo entre barrotes, se acabó enamorando de la hija de su carcelero. Cuando fue ejecutado, la hija del carcelero encontró una nota en la que le confesaba su amor (¿la primera tarjeta de san Valentín de la historia?).

3. San Valentín, la competencia cristiana al festival pagano de Lupercalia

Lupercalia era una festividad que se celebraba en la antigua Roma entre los días 13 y 15 de febrero. Era una fiesta en la que se sacrificaban cabras y las pieles de estas eran utilizadas para azotar mujeres porque estaban convencidos de que este gesto las haría más fértiles. Toma del frasco. Algunos historiadores señalan que el Papa Gelasio I, en el siglo V, declaró el día de San Valentín como forma de cristianizar, y de paso fagocitar, este festival romano.


4. San Valentín fue creación de un escritor inglés

Otra teoría apunta que san Valentín se constituyó como "el día del amor" a raíz del poema "Parlement of Foules" de Geoffrey Chaucer, escritor y filósofo inglés. En contreto, fue a raíz de estos versos: "For this was on Saint Valentine's day, when every fowl comes there his mate to take".
Lo que, traduciendo, viene siendo lo siguiente: "era el día de san Valentín cuando cada ave encontró a su pareja ideal". Más o menos. Los versos están datados en 1382 y es la primera vez, que se sepa, que se une la idea de romanticismo a san Valentín.

5. Una fiesta burguesa

Parece ser que en el siglo XV, el 14 de febrero se había convertido ya en una festividad habitual entre la burguesía francesa. Los festejos incluían música y baile e incluso probablemente intercambio de notas románticas. De esta época data una carta del Duque de Orleans que, mientras estaba preso en la Torre de Londres en el año 1415, le habría escrito a su mujer: "Je suis déjà d'amour tanné, ma très douce Valentinée". Lo que significaría: "estoy enfermo de amor, mi querida Valentina". En los siglos XVII y XVIII se encuentran más alusiones en la literatura al día de san Valentín, siempre ligado a una fecha romántica, como por ejemplo en el Hamlet de Shakespeare.

6. De las notas a los regalos

Todas estas alusiones literarias y notas románticas habrían provocado que, en el siglo XVIII, enviarse cartas de amor por san Valentín se hubiese convertido ya en una costumbre entre las parejas. En un principio eran tarjetas sencillas, a veces decoradas, pero en el siglo XIX la llegada de la industrialización habría extendido definitivamente la tradición en el Reino Unido.

Se cree que fue en la década de los 20 en el siglo XIX cuando se enviaron unas 200 000 tarjetas de san Valentín en el país, y muchas de las que se enviaron entonces han sobrevivido hasta nuestros días. Poco después la tradición cruzaría el charco y llegaría a EE.UU., donde calaron entre los enamorados muy rápido. La primera tarjeta de san Valentín de Hallmark data de 1913. Con el tiempo, el día iría ganando peso y las sencillas tarjetitas se convertirían en bombones, flores, joyas y otros ostentosos regalos.


Así que, después de leer estas teorías, ¿sigues creyendo que esto es un invento de las maléficas mentes de los comerciantes sin escrúpulos de los grandes almacenes?


Que disfrutéis del día si tenéis pareja y si no la tenéis, disfrutad también de san Solterín.

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