domingo, 18 de diciembre de 2011

Queremos que vuelva el calvo

"Yo echo de menos al calvo de la lotería". ¿Cuántos de vosotros habéis pensado ésto? ¿A cuánta gente le habéis oído decir éstas mismas palabras? Es una de las primeras cosas que pensamos tras ver el anuncio que emiten religiosamente cada año para alentar a la población a comprar décimos de lotería para el sorteo del día 22 de diciembre. Y más viendo lo ñoñas, petardas e insulsas que han sido las campañas desde que nos dejara tan pintoresco personaje. ¿Os acordáis de alguna? Yo desde luego que no.

A 4 días para que dé lugar el sorteo, voy a rendir un pequeño homenaje a un personaje navideño que protagonizó durante ocho años seguidos la campaña de la Lotería de Navidad, y que se cargaron porque sí. 

La historia del "Calvo de la Lotería" nace en el año 1998, cuando Loterías y apuestas de Estado convoca el concurso para hacerse con la campaña publicitaria del sorteo más grande del año. Aquel concurso lo ganó la agencia francesa Publicis (una agencia francesa, qué curioso...) que fue la que creó el personaje.
Por aquel entonces, el actor que daría vida al personaje, Clive Arrindell, estaba completamente arruinado, y tuvo que buscarse la vida para poder salir adelante. Por diversos avatares del destino, decidió presentarse al casting que la compañía estaba realizando en Londres y se llevó el gato al agua. Aquel contrato, tenía una cláusula de exclusividad en la que no podría hacer anuncios para otras marcas, pero por otra parte, le tocó su particular "gordo" ya que por el primer anuncio que protagonizó, se llevó 120.000 €. 20 millones de pesetas, para que los que aún piensan en pesetas. 


Conforme iban pasando los años, el personaje iba ganando cada vez más y más popularidad. Con aquellos anuncios, el mítico personaje y aquella sintonía (BSO de Doctor Zhivago) se fueron instalando poco a poco en nuestros recuerdos y en nuestros corazones. A pesar de que cada año que pasaba, las ventas de lotería crecían a un ritmo del 7%, lo cual no estaba nada mal (le invitaron un año a ver el sorteo en directo), llegó el año 2005 y se decidió no seguir con el personaje, ya que según los "inteligentes y avispados" publicistas, y después de darle mucho al bolo, dijeron que "El Calvo ha canibalizado las campañas, y lo que había detrás pasaba completamente desapercibido". Toma ya.

Así que sin comerlo ni beberlo, España se quedó sin uno de sus personajes fijos en los televisores para la navidad, así como lo son, por ejemplo, las canciones de los turrones "El Almendro" o la del anuncio de las muñecas de "Famosa". Al bueno de Clive lo despidieron sin darle muchas explicaciones, pero por otra parte lo agradeció, ya que estaba cansado de interpretar siempre al mismo personaje, y según sus propias palabras, no quería encasillarse.


En la actualidad, a Clive no le va nada mal ya que es uno de los expertos internacionales que trabajan en el itinerario de inglés del Máster Universitario de Formación del profesorado de Enseñanza Secundaria Obligatoria que imparte la Universidad Virtual de Valencia. En dicho Máster, Clive enseña a interpretar textos clásicos y a cómo se debe leer un cuento en inglés para enganchar al oyente.

Para finalizar ya éste breve homenaje, debemos reconocer que Clive dejó de ser un simple actor que se limitaba a protagonizar el anuncio. Clive se convirtió en un icono, en un símbolo de la navidad en España.

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